En el Barrio Antiguo de Monterrey se encuentra un edificio que, creo, alberga en su interior dos sorpresas maravillosas.

Sobre la calle Abasolo se levanta este inmueble conocido como el Museo Estatal de Culturas Populares, una imponente estructura cuyos muros han sido testigos de múltiples historias.

Ingresar a esta casona tipo hacienda nos transporta a un tiempo que ya se fue, cuando los edificios estaban hechos para durar toda la vida.

A unos pasos de la entrada, se encuentra la primera sorpresa que este noble edificio alberga: la Librería Conarte, considerada una de las más bonitas de México.

En 2016, el sitio Wired incluyó a la Librería Conarte entre las 10 más bellas del mundo y es fácil saber por qué.

Este pequeño espacio ascendente, donde la madera, el concreto y los libros se conjugan a la perfección brinda la oportunidad de disfrutar un libro, apreciar el espacio, tomarse una selfie.

El mural del Museo Estatal de Culturas Populares

Sin embargo, si el visitante tiene suerte y se lo pide al personal del museo, es posible que pueda conocer el impresionante mural que se encuentra en el auditorio del museo ahí, donde por un tiempo había una capilla.

En este espacio, las imágenes religiosas fueron sustituidas por retratos, símbolos y frases del fervor comunista que prevaleció en México durante el primer tercio del siglo pasado.

El visitante puede pasar horas observando las escenas plasmadas en los muros donde el ambicioso autor de la monumental obra quiso hacer un repaso de la lucha de clases y de los obreros mexicanos a lo largo de la historia.

El paseo en el Museo Estatal de Culturas Populares, también conocido como la Casa del Campesino, es tan divertido como didáctico y lo que es mejor… completamente gratuito.