¿Cuántas veces tenemos la oportunidad de regalarle a nuestros hijos la maravillosa experiencia de presenciar, por primera vez, el goce de la música en vivo en un concierto? Asistir juntos a un festival siempre será uno de los mejores planes que podemos tener con nuestros hijos.
Recientemente y debido a mi trabajo, tuve la enorme fortuna de asistir tanto al concierto de Roger Waters como el de Guns and Roses en Monterrey, mismos que, debo decir, fueron una experiencia increíble.
Algo que llamó poderosamente la atención, fue la enorme cantidad de familias que asistieron a ambos recitales, y conste que no estoy hablando únicamente de papás acompañados por sus hijos adolescentes, sino también de los que iba con sus peques de 9 y 10.
Me sorprendí cuando, en algunos casos, los pequeños identificaban perfectamente la canción que estaban escuchando en el escenario, generado el evidente orgullo de su papá o mamá, quien seguramente les presentó a su artista favorito desde hace tiempo.
Una imagen que incluso hoy me sigue llenando de ternura la vi en la cancha del Estadio Mobil Super, donde estaba presenciando a Axel, Slash y compañía: era una familia conformada por papá (quien no dejaba de saltar, cantar y correr por todos lados), mamá y los dos hijos, uno como de unos 18 años y el más chico quien no pasaba de once.
Pues bien, en un momento del concierto, el chiquitín extendió una cartulina blanca donde se podía ver que había dibujado el logo de Guns and Roses y escribió: “la mejor banda de rock del mundo”.
Durante unos minutos, el pequeño levantó lo más alto que pudo su cartulina, esperanzado que alguien del grupo lo viera… créanme, me habría encantado que así hubiera sido.

El tema es que tras ver estas imágenes, comprendí que como padres tenemos no solo la obligación, sino el privilegio de ofrecerles a nuestros hijos esa experiencia única en la vida de presenciar por primera vez un concierto en vivo.
El género no importa, cada quien tiene sus gustos y como diría el maestro Joan Manuel Serrat en su memorable canción “Esos locos bajitos”:
“Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
Con la leche templada
Y en cada canción”
En mi caso, debo reconocer que Irene ya sabe quién es AC/DC y, por alguna extraña razón que no entiendo pero celebro, le encanta escuchar a Fleetwood Mac.
Estamos de acuerdo que no es necesario esperar a que un artista internacional ofrezca un concierto para entonces llevar a nuestros pequeños a disfrutar la maravillosa oportunidad de gozar la música en vivo.

La zona metropolitana tiene múltiples opciones donde podemos disfrutar de grandes artistas que entregan todo en el escenario. Es más, en estos momentos está el Festival Internacional Santa Lucía con una cartelera bastante decente.
Incluso, se me ocurre, como papás podríamos hacer un esfuerzo para saber qué es lo que escuchan nuestros hijos y, entonces, dejar que sean ellos quienes nos guíen en una presentación en vivo de su cantante preferido.
Al hacerlo, ampliamos nuestros gustos musicales y, lo más importante, fortalecemos el vínculo con ellos.
Así que tomemos por asalto las redes sociales y los calendarios culturales, seguramente por ahí anda un concierto o un recital digno de invitarnos a pasar un feliz momento con nuestra familia.
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