Llega a las librerías “La Navidad de los crayones”. Como seguidora de la obra de Drew Daywalt y Oliver Jeffers, Ana escribe su recomendación.
Para entender “La navidad de los crayones”, hay que leer los anteriores libros en orden: “El día que los crayones renunciaron” y “El día que los crayones volvieron a casa”. Si no, no sabrás quiénes son los personajes y sus problemas.
Lo que más me gusta es que esta vez intentan hacer las cartas lo más real posible y también se inventan historias para los personajes secundarios, como “Caramelo”.
Es un libro interactivo
Me gusta el libro de “La navidad de los crayones” porque es interactivo, de la manera en que te deja sacar las cartas de los sobres, no como en los otros que solo ves la carta dibujada.
Aquí sí se puede sacar la carta del sobre, porque hay sobres ¡y hasta se incluyen postales dibujadas en las cartas! Al principio, viene una carta con ropa para Durazno, porque un día Duncan le quitó la etiqueta. Por eso, los papás de Durazno decidieron mandarle ropa.
Las cartas son divertidas e interactivas. Los personajes son buenos, se inventan una buena historia.

Duncan es el niño al que dedican los crayones todas sus cartas, por quejas, por felicitaciones o regalos de los otros crayones que están de vacaciones.
¿De qué trata “La Navidad de los crayones”?
“Un nevado día de diciembre, Duncan estaba haciendo tarjetas de Navidad con sus crayones cuando el cartero llegó con una carta, sólo que no era para él…”
Así comienza este libro. La carta que envían era la que le enviaba ropa a Duraznito (de la que ya les hablé). Después, deciden sacar los adornos navideños y obviamente son interactivos.
Hay adornos navideños para que tú cuelgues en tu árbol. No tienen gancho, pero ya vienen preparados para colgarse.

Hay que leer los libros anteriores, para entender a los personajes.
Después, llega el cartero con otra carta, ahora dirigida a crayón Beige. Esta vez, se trata de que su papá le envió “la receta mundialmente famosa (y super secreta) de galletas navideñas sin gluten y chocolate caliente”.
También viene una carta de Gris, diciendo que está celebrando la Hanukkah con su familia en “Grislandia” y manda un juego de perinola para que tú mismo lo juegues.
Los crayones envuelven regalos, cantan villancicos y después les llega un regalo de “Robusto Crayón para bebés” que resulta ser un juego de mesa llamado “La gran carrera navideña de los crayones”.
La verdad es un simple juego de mesa, pero con un toque de Navidad y de dibujos de crayones que sí se puede jugar en familia. Recuerda: juégalo con un dado.
En la carta de crayón Beige, en la postal dibujada, se puede ver un osito de peluche que sale en otro libro de Drew Daywalt, que se llama “Sleepy, the goodnight buddy”.
En resumen, recomiendo “La Navidad de los crayones” porque es un libro lleno de sorpresas y además es interactivo.
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