Seguramente se han preguntado: ¿Por qué el gobernador Samuel García está tan interesado en ofrecer un nuevo estadio de futbol para los Tigres?

Y en realidad la respuesta no importa, porque si entramos en el juego del Gobernador, llevamos todas las de perder. 

La célebre frase política “caja china” (crear un distractor) cobra sentido cuando te has ausentado del estado que gobiernas, cuando te la pases de viaje dando “conferencias de programas exitosos” en el extranjero; cuando la inseguridad está al tope, cuando los sicarios se la pasan matando niños en nuestras calles, cuando seguimos con la crisis del agua, cuando prometiste que meterías a la cárcel a los corruptos (la mafia Corleone, dijo); cuando arrastramos una problemática con el transporte público que parece no tener fin; cuando los menores que debería proteger el DIF mueren en circunstancias sospechosas…Y un montón de problemas que tiene Nuevo León que podríamos enumerar. 

Gobernar un estado como el nuestro no es fácil, existen problemas tan arraigados en el valemadrismo oficial, que da pena el solo hecho de pensar que en Nuevo León nos quieran poner a “pensar” sobre la conveniencia de tener o no un nuevo estadio para el equipo de futbol Tigres de la UANL. 

Si ustedes son de aquellos a los que el tema del nuevo estadio les preocupa, créanme que no vale la pena dedicarle ni un simple monosílabo. Esa es la nota musical que Samuel García, y su equipo quieren que toquemos todos, que nos ocupemos de estar deliberando sobre el merecimiento de ese nuevo estadio. 

Y aunque sé que podrán decirme: “Tú también te estás ocupando del tema”, con gusto responderé: Sí, me ocupo en ofrecer hacia los lectores un panorama más amplio, que los haga reflexionar, para que no se dejen manipular por nadie y mucho menos por un gobierno estatal que ha prometido mucho y ha entregado muy pobres resultados. 

Mejores interrogantes

Las verdaderas preguntas que le hago a Samuel García, y que nos debería estar respondiendo en estos momentos son: 

¿Para cuándo van a llegar los nuevos camiones que prometiste y para cuándo vas a decidirte arreglar el grave y colapsado problema del transporte público que padecemos desde hace décadas? 

¿Cuándo vas a dejar la soberbia a un lado y como en toda democracia, vas a ponerte a dialogar en forma abierta con los poderes Legislativo y Judicial? Hasta donde nos quedamos, la confrontación sigue y no baja de tono, afectando a miles de ciudadanos todos los días. 

¿Cuándo vas a ponerte a trabajar en las obras viales que necesita nuestra Área Metropolitana? 

El prometer líneas del Metro no empobrece, pero cómo harta el no llegar a nada. Las obras están paralizadas porque al Gobernador se le ocurrió retenerles los recursos a los municipios y éstos, en contraparte, no le han dado los permisos para que pueda construir. ¿Quién pierde con todo esto? Es correcto: nosotros los ciudadanos. 

¿Cuándo vas a dedicarle tiempo a solucionar el problema de la inseguridad? Van más de 500 homicidios y el año pasado tuvimos el año más violento en la última década. Ya van nueve niños y adolescentes que mueren por balas de narcomenudistas. Eso no es normal, no es algo que tengamos que normalizar. Claro que no.

Todas estas interrogantes seguramente jamás tendrán una respuesta para nosotros los ciudadanos, pero eso a quién le interesa, si vamos a tener un nuevo estadio para los Tigres.