Arrancamos semana con el tan llevado y tan traído tema de la llegada de la armadora de autos eléctricos Tesla a Nuevo León.

Tras meses de zozobra, espera, indiscreciones, enojos y desinformación, se concretó la inversión de arranque de 5 mil millones de dólares para lo que llaman una megaplanta (Gigafactory) que producirá al año -una vez que entre en operaciones- un millón de autos eléctricos.

Tesla es el tema de moda, pero a nosotros como ciudadanos de a pie, ¿qué nos debe interesar? Sobre todo por las implicaciones urbanas, sociales, educativas y hasta políticas que traerá la armadora de autos eléctricos.

Todo mundo tenemos en mente el pésimo acuerdo –bueno, no para todos- que hubo entre el gobierno del exgobernador Rodrigo Medina y la armadora coreana KIA, para que se instalara en el municipio de Pesquería.

Esos acuerdos ocultos para Juan Ciudadano fueron revelados al inicio del sexenio de Jaime Rodríguez “El Bronco” y entre otras linduras le dieron más de 8 mil millones de pesos en beneficios a los coreanos de KIA. Beneficios en pago de impuestos Predial y de Nóminas, de infraestructura, uso de suelo, construcción, inmobiliario, estudios de impacto ambiental, etc…

Bueno, con Tesla no sabemos todavía a qué se comprometió el gobierno de Samuel García o a qué se va a comprometer. Lo mismo no sabemos qué acuerdos tendrá el gobierno municipal de Santa Catarina con la armadora de Elon Musk.

Bien dicen que el diablo está en los detalles. Eso creo será uno de los puntos torales que marcará esta mega inversión. ¿Lo harán en forma transparente?  No lo sabemos, aún.

Por el otro lado tenemos el gran reto para nuestras universidades y escuelas técnicas. Esa planta necesitará mucha mano de obra pensante, calificada, con perfiles académicos específicos que ayuden a mantener la competitividad.

Hay grandes retos de desarrollo urbano, sobre todo porque Santa Catarina carece de un proyecto de movilidad que ayude a agilizar los traslados, algo parecido a lo que sigue pasando en Pesquería.

Estamos ciertos que muchas industrias locales ya se están apuntando para ser proveedores de Tesla, pero ¿cuántas de esas en verdad van a poder con el paquete y cuántas de esas serán las “recomendadas” por los gobiernos municipal, estatal y federal?

¿Qué tanto explotará políticamente el tema Samuel García y el alcalde de Santa Catarina, con la llegada de las elecciones el próximo año? Muy seguramente lo harán, pero ¿cuánto de ese mérito es de ellos? Algunos analistas políticos dicen que casi ninguno, salvo un medio de comunicación que jura y perjura que hasta la esposa del gobernador tuvo que ver con el amarre de Tesla.

Hagan sus apuestas, pero sobre todo infórmense bien, para que sepa que el construir autos eléctricos, por contradictorio que parezca, si contamina el medio ambiente.