Para quienes no están muy familiarizados con el pleito casado que tienen en estos momentos alcaldes metropolitanos y el gobernador Samuel García, les dejo una guía simple para entender un conflicto que empezó como una simple desavenencia, y escaló hasta el punto de no retorno, en el que ambas partes ya no encuentran un nivel de coincidencia y mucho menos de solución. 

En el fondo del asunto siempre está el dinero. En este caso, los recursos acordados de un Fondo Municipal de 2 mil 500 millones de pesos que reclaman los alcaldes metropolitanos y que Gobierno del Estado les ha dado a cuentagotas. 

Sin embargo, el pleito inició tiempo atrás, casi casi a los meses de que el gobernador asumiera el cargo. 

Todavía retumban –principalmente en las redes sociales- las palabras que Samuel García les dedicó a los políticos del PRI y PAN, que hoy dice que son gánsters, en donde los elogió y llamó sus “amigos” y hasta se atrevió a invitarlos para que lo ayudaran a gobernar. 

Meses después de la luna de miel, el gobernador empezó una campaña agresiva para “reclutar” alcaldes que no eran de su partido y diputados locales –si recuerdan, Movimiento Ciudadano no ganó un solo curul en las votaciones-; pleito que agarró en primera instancia contra el PAN al quitarle varias alcaldías y una diputación local. De ahí se siguió con el PRI y entonces subió de ritmo el conflicto.

Se especuló mucho en aquel entonces que antes del pleito, el gobernador sostenía reuniones semanales con algunos de los liderazgos del PRI y del PAN, que, sin tener cargo alguno en la función pública, mantenían el control del Congreso del Estado: específicamente Paco Cienfuegos del PRI y Zeferino Salgado del PAN. Esas reuniones, se decía en columnas políticas, servían para “planchar acuerdos” que luego se verían en el pleno legislativo. 

Rompimiento

Algo sucedió en el inter y la taza se rompió. Fue precisamente la elección del nuevo Fiscal General del Estado la que los hizo trozar lanzas. PAN y PRI apoyaban a Adrián de la Garza para el puesto dejado por Gustavo Adolfo Guerrero, pero Samuel García de plano vetó a su ex contrincante priista a la gubernatura y la negociación se empantanó en el terreno judicial, y es fecha que ahí sigue. 

Luego vino a finales del año pasado la discusión por el paquete fiscal 2023 y cuando todo parecía que no se llegaría a un acuerdo, PAN, PRI y gobernador negociaron y ahí fue donde salió la bolsa de los 2 mil 500 millones de pesos, que sería distribuida solamente entre los alcaldes del PRI y del PAN. Se acordó que mes a mes les serían depositados recursos, pero la Tesorería del Estado incumplió. 

Ahora que el gobernador ha prometido líneas del Metro a casi todos los municipios, se ha encontrado con el rechazo de los alcaldes de San Nicolás, Guadalupe y Apodaca, quienes ya le advirtieron que no darán los permisos de construcción hasta que el Estado cumpla con la entrega de los recursos de la bolsa acordada en diciembre del 2022. 

Eso terminó por enfurecer a Samuel García y ahora emprendió campaña en contra del priista Paco Cienfuegos, a quien hasta el momento le ha clausurado un edificio y una oficina en La Alameda, dizque porque no cumplen con los requisitos de protección civil. 

Hasta ahí, a grandes rasgos, va el pleito. 

Los entuertos judiciales siguen a la orden del día. Los diputados locales están enfadados por los vetos del gobernador a muchas leyes que han reformado o derogado. Y el gobernador se enoja por las atribuciones que le han disminuido poder y control del aparato administrativo. 

Estamos a un año de las elecciones intermedias y ya muchos trabajan amparados, porque no son pocos los funcionarios o exfuncionarios que están cerca de pisar la cárcel.