Parafraseando la cita bíblica: “No solo de pan vive el hombre”, bien podemos forjar la nuestra ahora que el gobernador Samuel García sigue en su gira eterna de viajes por todo el mundo, porque, aunque él prefiera estar en Nuevo León (sarcasmo incluido) tiene que andar más allá del Atlántico trayendo inversiones para el Estado.
Algo sin duda debe estar muy mal en nuestro gobernante cuando dentro de su lógica campañera, cree que gobernar un Estado es traer inversión, traer inversión y nada más que eso. No dudamos que traer inversiones sea algo bueno, pero pongamos las cosas en perspectiva, las inversiones ya estaban ahí desde antes de que llegara y van a seguir aún y cuando ya no esté.
¿Entonces? ¿Por qué aferrarse a una agenda de trabajo en ese sentido?
¿Qué la seguridad de las familias no cuenta? ¿A poco los productores del campo no necesitan apoyos? ¿Cómo andamos en materia educativa? ¿Las finanzas del Estado están sanas o están maquilladas? ¿Ya no hay nada que hacer con el desarrollo social de Nuevo León? ¿Dónde están las políticas públicas de apoyo a las mujeres? Eso por decir solo las primeras que se me vienen a la mente.
Samuel García intuye que Nuevo León lo único que necesita es más armadoras de autos o expandir la que ya tenemos de KIA. Él dice que traerá “la economía y la industria del futuro”, pero no se ha dado cuenta que el presente le está gritando en su cara y le exige respuestas a tantos y tantos problemas que tiene nuestro Estado.
Sin duda, nos afecta a todos el tener un gobernante proclive a todo lo que huela a redes sociales: presumir viajes, la foto con los artistas, con los millonarios, con los políticos de moda. Pero, cero trabajos tanto de oficina como de campo. Obras dizque iniciadas, nada más para la foto, pero detenidas casi todas (las del Metro, por citar sólo una).
¿En serio Nuevo León necesita más automóviles?
Nueve municipios del Área Metropolitana de Monterrey concentran más del 80 por ciento del parque vehicular que está alrededor de poco más de 2 millones 300 mil carros. A eso súmenle que nuestras vialidades están colapsadas, además de que el transporte público está casi al borde de la extinción por la falta de unidades nuevas y el pésimo servicio de la mayoría de las existentes.
¿No tenemos proyección de nuevas vialidades? ¿Es todo lo que da el trabajo de los asesores de movilidad en Nuevo León?
Sea cual fuere su respuesta, creo que estamos condenados, como dijo hace días el gobernador Samuel García, a convertirnos ahora si en una “megalópolis” con todo lo que conlleva.
¿Necesita Nuevo León que su gobernador siga acumulando millas de viajero?
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