Nayeli y José Alfredo forman un matrimonio singular: son policías municipales de Santa Catarina y esposos.

Esta inusual pareja de uniformados tienen cuatro hijos, dos niños y dos niñas que, desde casa, comprenden el oficio de sus padres, que desempeñan su trabajo como servidores públicos en la Secretaría de Seguridad Pública del municipio.

Él llegó de Veracruz para buscar un mejor futuro en Nuevo León, y en el 2015 se presentó en el cuartel de la corporación para integrarse como elemento operativo, en su faceta de Policía de Proximidad.

Fue en el trabajo como policía santacatarinense donde conoció a Nayeli, agente de análisis municipal, que se convirtió en su gran amor y con quien decidió formar una bonita pareja, que tiene que combinar el trabajo con las ocupaciones del hogar.

Afortunadamente, como dice el agente, el matrimonio ha contado con el respaldo del alcalde Jesús Rivera Nava, que comprende su situación, los anima y se ha esmerado porque todos los trabajadores de la corporación cuenten con salarios dignos.

“El respaldo que nuestro Alcalde nos ha dado es muy bueno, y estamos cómodos en el trabajo porque nos ha proveído de apoyos, uniformes y buen sueldo, y eso hace todo más fácil, aunque siempre trabajamos duro y con esmero”, señala José Alfredo.

Un caso de matrimonio de policías

Su rutina inicia desde temprano y los dos se combinan para el trabajo en el hogar, pues a veces él, y otras ella, preparan el desayuno y eligen la ropa para que los niños se alisten para ir a la escuela, labor que cumplen a diario.

Luego de dejar a los chicos en el plantel, los integrantes del matrimonio de policías se dirigen al trabajo donde tienen que concentrarse en sus responsabilidades como policías, una encomienda que implica concentración total, pues su objetivo es proteger y servir a la comunidad.

“Es difícil y complicado, porque los dos estamos en lo mismo. En el trabajo no nos conocemos. Cada quien en su área, hasta que salimos nos venimos juntos y rehacemos nuestra vida en pareja”, dice Nayeli.

José Alfredo siente enorme orgullo de ser policía de Santa Catarina pues además de darle la oportunidad de estar al servicio de la ciudadanía, el trabajo le proporciona medios para garantizar la educación de sus hijos y dar a la familia estabilidad financiera.

Nayeli y José Alfredo, como matrimoniuo de policías, inculcan cada día a sus hijos valores para que sean buenos ciudadanos, respetuosos con los que conviven.

Esta bonita historia de vida es solamente una de las muchas que hay al interior de la corporación de Santa Catarina, llena de ciudadanos con uniforme que trabajan para sacar adelante a sus familias, sostener un hogar y proteger a la comunidad.